Escrito por: M en C D. Claudia De Nova
¿Qué valor le damos a nuestra salud?
Es posible que lo primero que venga a tu mente es:
•La salud es lo más importante
•Sin Salud no sé tiene nada
•Yo si me cuido
•Aún soy muy joven, lo haré más adelante
• A mi no me duele nada
Consecuencias de perder tu salud
Entre muchas ideas más…
¿Pero realmente cuidas tu salud?,¿Qué lugar le das en tu lista de prioridades?
Es muy común escuchar a las personas decir que sintieron dolor y con analgésico lo
controlaron...
Ok, pero que el dolor esté controlado, no quiere decir que la causa esté corregida.
Lo único que hicimos fue apagar la señalización que nuestro cerebro emitió como
mecanismo de defensa ante algo nocivo hacia nuestro cuerpo.
Podemos ver a cientos de personas con hábitos nocivos para la salud que una vez que se
venció la capacidad o resistencia de su cuerpo para enfrentar dichos hábitos generados
durante años; desean una solución rápida y eficaz; buscan una solución en un abrir y cerrar
de ojos.
Pero así como se llevo tiempo llegar a ese punto de vulnerabilidad, se lleva tiempo intentar
recuperar la homeostasis. Esto si corremos con suerte y contamos con autodisciplina para
buscarlo.
Existe una frase que recuerdo incluso en mi propia vida muy a menudo: “Todo proceso
requiere tiempo”.
La realidad es que la mayoría confiamos en nuestra juventud, en nuestra fuerza; pero son
pocos los que deciden tomar las riendas de su vida y acudir a chequeos anuales y
consultas con especialistas, para corroborar que en verdad todo está bien.
Minimizamos nuestros signos y síntomas por el constante estrés que vivimos día a día, o
bien los hacemos menos porque la persona que tenemos a lado, se siente o está peor.
Actuando hasta que la situación es avanzada.
En el 2023, la OMS define a la salud cómo un estado de completo bienestar físico, mental y
social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
Por ende, la salud es un conjunto de sistemas que deben trabajar en equilibrio para ser
considerados, personas sanas.
Actualmente se está buscando concientizar a las personas de atenderse desde la primera
molestia o bien, desde el momento en el que
tu cuerpo indique que algo no está bien. Pero aún falta un camino largo por recorrer.
Desafortunadamente a nuestro consultorio, menos del 5% de la población de pacientes,
acude por Cuidado Preventivo antes de los 30 años.
La mayoría de pacientes llegan en estados críticos de dolor.
Evidentemente existen excepciones, dónde los pacientes tuvieron algún traumatismo y la
situación se torna diferente.
Pero en personas con problemas críticos, la solución no es rápida ni inmediata, aunque el
cuerpo desde el primer ajuste puede sentirme muy bien.
Recordando un fragmento de la película de Barbie, que estoy segura ya la viste; al final,
cuando decide convertirse en humana, lo primero que hace es acudir con su ginecóloga.
Romantizando un poco la película, ella estuvo consiente que al ser un humano de carne y
hueso, debe cuidar su cuerpo; porque la materia conocida como cuerpo tiene un límite;
límite que puede ser mayor si le damos las atenciones y cuidados pertinentes.
Hipócrates menciona que: “Las enfermedades no nos llegan de la nada. Se desarrollan de
pequeños pecados diarios contra la naturaleza. Cuando se hayan acumulado suficientes
pecados, las enfermedades aparecerán de repente.”
Tengamos pequeñas acciones a diario a favor de hábitos adecuados que contribuyan a una
mejor salud en las tres esferas involucradas.
Mi intención es tratar de concientizar a la población de no minimizar los signos y síntomas
que manifiesta su cuerpo. Al final del día, son mecanismos de alerta y defensa que el
cuerpo genera para hacernos saber que algo no está bien.
Prioriza tu salud, prioriza tu vida, simplemente priorízate, es tu derecho, es tu deber…
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